La pelota de letras es uno de los juguetes más icónicos del siglo XX colombiano.
Fue desarrollado por la empresa Escobar y Martínez, fundada por Manuel Escobar, Eduardo Martínez y Margoth de Martínez, la cual se dedicó en sus inicios a la fabricación de productos hechos en caucho.
La pelota de letras fue uno de sus primeros productos, y, a su vez, uno de los más exitosos que ha sacado al mercado. Sus ventas, que se contaron por millones, le permitieron a la compañía comprar un lote en Bogotá y levantar allí la fábrica de caucho.
Según relata Eduardo Martínez en un artículo en el periódico El Espectador, la idea de la pelota de letras era sacar un juguete que destacara “[…] por la suavidad en su superficie”, por un lado, y que a la vez no representara “[…] ningún riesgo para los niños”. Aparte de esto, se buscaba que las letras y números contribuyeran “[…] al desarrollo de la creatividad de los niños” y que le aportaran “[…] a su formación y a un crecimiento sano. Que jugaran, pero a la vez aprendieran”.
El mayor auge de este juguete se dio en la década de los años setenta y ochenta, donde se podía encontrar en la mayoría de los hogares colombianos.
Escobar y Martínez, que ha producido desde tapetes hasta soportes de caucho para obras civiles, es también muy conocida por su marca de balones de fútbol (Golty) y el pegante Bóxer.
En 2023 la empresa cambió su nombre a Grupo Y.
En la actualidad sus productos llegan diversos países de la región como República Dominicana, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Estados Unidos y Curazao.
Fue desarrollado por la empresa Escobar y Martínez, fundada por Manuel Escobar, Eduardo Martínez y Margoth de Martínez, la cual se dedicó en sus inicios a la fabricación de productos hechos en caucho.
La pelota de letras fue uno de sus primeros productos, y, a su vez, uno de los más exitosos que ha sacado al mercado. Sus ventas, que se contaron por millones, le permitieron a la compañía comprar un lote en Bogotá y levantar allí la fábrica de caucho.
Según relata Eduardo Martínez en un artículo en el periódico El Espectador, la idea de la pelota de letras era sacar un juguete que destacara “[…] por la suavidad en su superficie”, por un lado, y que a la vez no representara “[…] ningún riesgo para los niños”. Aparte de esto, se buscaba que las letras y números contribuyeran “[…] al desarrollo de la creatividad de los niños” y que le aportaran “[…] a su formación y a un crecimiento sano. Que jugaran, pero a la vez aprendieran”.
El mayor auge de este juguete se dio en la década de los años setenta y ochenta, donde se podía encontrar en la mayoría de los hogares colombianos.
Escobar y Martínez, que ha producido desde tapetes hasta soportes de caucho para obras civiles, es también muy conocida por su marca de balones de fútbol (Golty) y el pegante Bóxer.
En 2023 la empresa cambió su nombre a Grupo Y.
En la actualidad sus productos llegan diversos países de la región como República Dominicana, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Estados Unidos y Curazao.
